viernes, 8 de mayo de 2009

Accidente de periodistas de La Voz del Sur

El pasado miércoles 6 de mayo a las 13:38 horas, el Director General del diario La Voz del Sur, Walter Avedikian (48), en compañía del Director Periodístico del mismo medio gráfico, Emiliano Calógero (29), sufrieron un grave accidente automovilístico en la Ruta Provincial Nº 6 en cercanías de la localidad de Los Surgentes.
El vehículo en el que viajaban desde Cruz Alta hacia Los Surgentes, un Renault Megane, al ingreso de la curva (conocida como la del Frigorífico), sufrió la rotura del neumático delantero derecho al morder la banquina (descalzada), comenzando a zigzaguear sobre la carpeta asfáltica, siendo despedidos contra la banquina opuesta, esto hizo que el vehículo saliera nuevamente despedido de manera frontal hacia los postes protectores, tras una maniobra del conductor (Avedikian), deja el automotor mirando hacia Cruz Alta e impacta contra uno de estos postes de hierro protectores con el costado izquierdo del mismo, cayendo en el profundo zanjón, tras rodar y tumbar, quedando el automotor, parado sobre sus ruedas.
Tras el llamado al 101, por parte de Avedikian, la policía acude a los pocos minutos junto a los Bomberos Voluntarios de Los Surgentes e inmediatamente atienden a los pasajeros, principalmente a Calógero, quien había recibido un profundo corte en la nariz, producto (seguramente) del impacto contra el parabrisas delantero, que explotó, tras el vuelco.
Ambos pasajeros fueron conducidos al Hospital Minella y tratados rápidamente por el grupo de médicos y enfermeras de dicho nosocomio. Luego de los diagnósticos, radiografías y revisaciones de rigor, ambos fueron dados de alta.
Los dos periodistas quieren agradecer infinitamente a todos los que se vieron involucrados en este accidente, que felizmente no arrojó un saldo peor al de algunos golpes. Por ello, gracias a la Policía de la Provincia de Córdoba, a los Bomberos Voluntarios de Los Surgentes, a todos los trabajadores de la Salud del Hospital Minella, a todos los intendentes que se preocuparon hasta el más mínimo detalle, a todos nuestros familiares y amigos y principalmente a Dios, que los protegió.
Vale aclarar, que ambos pasajeros, viajaban atados con sus correspondientes cinturones de seguridad, algo que seguramente, influyo de manera altamente positiva.

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